Oportuno encomio para los Verdaderos Paladines que exponen sus vidas a favor de los demás.

Al dia de hoy, no sé cuántos días llevamos en periodo de emergencia nacional, pero si se que, en nuestra institución, Centro Medico Siglo21, los médicos, enfermeras, bioanalistas, personal de seguridad, mantenimiento, cocina, almacén, en fin, toda la familia, ha mostrado un gran espíritu altruista y de solidaridad, poniendo en riesgo su salud, su vida, dando lo mejor de sí a favor de los demás.  

Así esta pasando probablemente en muchos lugares y países, pero los que están al frente, atendiendo a las personas, no tienen voz, están ocupados, están trabajando. Son otros los que tienen voz, los que hablan, y lo hacen con palabras estilizadas, plantean medidas, situaciones, en fin … y eso está bien, es correcto, pero la verdad es que no tienen la menor idea de lo que significa estar en una emergencia, en una unidad de cuidados intensivos, en una sala de cirugia o en una sala al lado de personas que gimen y temen por su vida. Esas vivencias y empatía con el dolor ajeno, solo se aprende al lado del paciente.

Hoy mucho de nuestros colaboradores se están agotando física y emocionalmente. Mañana serán más.  No es fácil salir de trabajar, ir a descansar una noche a su casa, tomar todas las medidas de lugar para proteger a su familia y al otro dia despedirse de ellos para volver al frente de batalla. Probablemente su mente misma le diga, cuídate, no vayas, y se pregunta ¿Por qué lo hago? Sabe que no es por dinero. Sabe que no es por miedo. Sabe que lo hace por humanismo, por solidaridad. Aun así, es difícil. También se suman posiblemente la familia o los amigos que le comentan…estas loca o loco… quédate en tu casa. Aun así, vuelve al frente de batalla.

Allí se brega con la vida de las personas, se toman decisiones difíciles, criticas, buscando hacer lo mejor, donde todo esta mal.

Cuanta dignidad, cuanto decoro. Mas todo queda sepultado. Nadie lo reconoce, nadie da encomio, nadie envía un mensaje de estímulo, de ánimo.

Los medios de comunicación siguen pasando sus programas de entretenimiento, otros pasan videos sensacionalistas y en ocasiones un pequeñito apartado para algún líder que dirigirá unas palabras a la población, elaboradas en una confortable oficina.

Sin voz siguen los que están en el frente de batalla, los verdaderos paladines, saben que son  anónimos y seguirán anónimos, no buscan ni se les dará reconocimiento alguno, pero … ilusamente se me ocurre soñar:  “Que refrescante y oportuno seria si por estos días, solo por estos días, se levantaran voces de  encomio dirigidas a todas  las personas que laboran en los centros de salud reconociendo su importante labor, para que cobren ánimo, renueven sus fuerzas y puedan con ilusión, firmeza  y amor, seguir exponiendo su vida a favor de la vida de los demás”