Acusado de matar y descuartizar venezolana cumplirá un año de prisión preventiva en Najayo
A una semana de la muerte de la venezolana Yenny Carolina Pérez Canelón, quien fue encontrada descuartizada en un apartamento de una torre ubicada en el Ensanche Piantini, del Distrito Nacional, todavía hay oscuridad en el caso.
Por el crimen vinculan a Michael Saba alias «el Italiano», quien es el principal sospechoso de la muerte de Yenny. En el día de ayer el juez de la Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional, Rigoberto Sena, dictó un año de prisión preventiva contra el acusado en la Cárcel Modelo Najayo Hombres.
Además de Saba, el órgano persecutor vincula a otras tres personas en la muerte atroz de la joven, quienes permanecen prófugas de la justicia. Estas personas fueron identificadas como Bisad y/o Bizzarap, Alex, alias Lalo y/o el Chamo y La Rubia.
El representante del Ministerio Público, Luis Tavárez, calificó al imputado como «sociópata» y dijo que si no se hubiese detenido, el país estuviera enfrentando un asesino en serie.
Además, comparó a Michael Saba con los asesinos en serie Ted Bundy, Jeffrey Dahmer y Chamán Chacra.
Mientras, el abogado del imputado, Carlos Nova, indicó que apelará a la decisión debido a que entienden fueron violentados los derechos de su defendido.
Fundamentación táctica instrumentada por el MP
De acuerdo con el Ministerio Público, el pasado miércoles 20, «El Italiano» rentó un apartamento en una torre ubicada en el Ensanche Piantini, del Distrito Nacional, la cual iba a tener vigencia hasta el sábado 23. Ese día, el imputado llegó a las 11:51 de la noche a bordo de su taxista de confianza Bisad, desmontándose del vehículo con una mochila, bolsas de supermercado y una bolsa de regalo.
El taxista lo ayudó a subir sus pertenencias al apartamento y posteriormente se marchó.
A las 12:17 de la madrugada del día siguiente llegó Yenny Pérez a la torre con su taxista de confianza. La joven le había indicado a su conductor que la buscara en una hora y media o dos horas. Siendo la 1:25 de la mañana el taxista, identificado por el Ministerio Público como Manuel Antonio Rosario Santana, alias Junior, le escribió a la víctima preguntándole si estaba lista, a lo que esta le contestó que estaba hablando con Michael y que volviera como a las 4:00 de la mañana.
El taxista de la joven volvió a escribirle a las 4:07 de la mañana indicando a Yenny que ya estaba en el lugar, y la víctima le respondió que suba adonde ella estaba y el conductor le responde que baje ella. Minutos después, la víctima volvió a reiterarle al taxista que suba al piso 11, a lo que este le cuestiona: «¿para qué?».
Luego, Yenni le escribió al taxista que esperara media hora más y este le pregunta que si subía al lugar y ella le indicó que iba a bajar.
A las 4:20 de la mañana la víctima le envió unos audios al taxista manifestando: «él me pagó y me pagó bien, él quiere dar una bailadita, espérame abajo que en 20 minutos bajo». Minutos después envió otro audio diciendo que Michael estaba bajo los efectos de las drogas expresando que estaba «endrogaísimo».
Según el expediente del Ministerio Público, Yenny llamó al taxista y le preguntó que si había «un chamo» en las inmediaciones de la torre, a lo que este le responde que no había nadie. La víctima volvió a escribirle a las 4:40 de la mañana indicando que iba a bajar.
Después envió otro audio diciéndole: «el chamo que viene es pareja de alguien que me conoce y son como chismosos, pero como no estoy en bajar».
La víctima nunca bajó
De acuerdo con lo explicado por el órgano acusador, mientras el taxista Rosario Santana se encontraba esperando que Yenny Carolina bajara, llegó a dicha torre Alex, alias Lalo y/o el Chamo, por lo que le escribió a la víctima y le dijo «el Chamo está aquí y va subiendo», mensaje que nunca fue contestado por la víctima.
El documento indica que en las cámaras de seguridad de dicha torre se observó que Alex subió y bajó como a los 15 minutos, mientras que el nombrado taxista Manuel Antonio Rosario Santana siguió llamando y escribiendo hasta las 6:10 de la mañana, y la víctima nunca bajó.
La voz de alerta
A las 1:40 de la tarde del 21 de diciembre el taxista de la joven se comunicó con la hermana de la víctima, Yeisy Carolina Quinto Canelo, preguntándole sobre el paradero de la Yenny, a lo que esta le indicó que no había tenido contacto con ella. El taxista le informó donde la dejó.
El Ministerio Público aseguró que la hermana de la víctima tenía conocimiento de que su hermana se reuniría con Michael Saba, por lo que contactó a la exnovia del imputado y le pidió su número, el cual no le fue proporcionado, aunque la misma indicó que trataría de contactarlo. Pasados unos minutos, la exnovia le informó a la hermana de la víctima que «El Italiano» le informó que la víctima nunca había llegado a la torre.
La información suministrada por la exnovia del imputado «desesperó» a Yeisy Quinto, por lo esta llamó a sus amigos para que la acompañaran a la dirección donde el taxista dejó a la víctima. Al lugar se presentó el raso de la Policía Nacional Raúl Alexander Almánzar Galva.
Cuando Almánzar Galva llegó al lugar, amistades y familiares de la víctima le explicaron la situación de que la torre fue el último lugar donde la víctima fue vista. Entraron a la torre y hablaron con el recepcionista del lobby, mientras el raso observaba las cámaras de seguridad donde vieron al imputado y su hermana aseguró que él estaba con la víctima.
Luego, el recepcionista indicó que Michael no había bajado del apartamento por lo que el oficial de la uniformada decidió subir allí con la hermana de la víctima.
Al momento de subir al ascensor, tanto el raso como la hermana de la víctima se encontraron de frente con Michael. La hermana de la víctima le preguntó al imputado por Yenny y este le respondió que no sabía e intentó irse del lugar. El raso le manifestó que no se fuera y procedió inmediatamente a informar sobre la situación a sus superiores y a pedir refuerzo al notar una actitud «nerviosa» de Michael.
A Michael lo esperaba un motorista, quien al notar la presencia policial se marchó del lugar.
Al llegar los agentes de esfuerzos policiales, el raso procedió a subir al piso 11 con el imputado, la hermana de la víctima y el recepcionista. Según el expediente, Michael estaba nervioso y hablado incoherencia, por lo que el recepcionista indicó que es el apartamento PH3 en el cual estaba el imputado hospedado.
El raso Almánzar Galva le pidió las llaves del apartamento al imputado y este se negó a entregarlas, por lo que procedió a registrarlo ocupando en el bolsillo derecho de su bermuda una llave de color gris con un viper de color negro de tres botones.
Hallazgo de parte del cuerpo
Al ingresar a dicho apartamento el raso Almánzar Galva observó rastros de sangre en el piso y las paredes. El cabo Ismael de la Cruz Báez, quien llegó como refuerzo, observó en la habitación lateral izquierda una maleta color negro que estaba frente a la cama con rastros de sangre y al abrirla encontró el torso de un cuerpo femenino, siendo esto visto por la víctima, quien procedió a identificarla como su hermana.
El documento indica que el raso continuó registrando a «El Italiano» y le ocupó un teléfono celular marca Iphone X color negro, con un cover azul, IMEI no legible, roto en la esquina superior izquierda. También tenía un teléfono celular marca Samsung, color azul con su cóver transparente IMEI no legible, «y luego procedió a arrestarlo en flagrante delito leyéndole sus derechos constitucionales».
A dicha escena llegaron miembros del Ministerio Público, de la Policía Nacional y del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), encontrando en el refrigerador la cabeza y parte de los muslos de la víctima Yenny Carolina Pérez Canelo, en un bulto color negro los pies y en una maleta color negro el torso, además de tres cuchillos de diferentes dimensiones, un arma de fuego tipo pistola marca Glock modelo 45, serle no. BYYF770, color negra con verde, con un dispositivo silenciador.
También encontraron varias porciones de un polvo rosado, «presumiblemente Tusi» (cocaína rosada), una caja de pastillas de Diazepam, un proyectil de arma de fuego, un juego de esposas marca Street Wise, una mochila color negro marca Guess conteniendo en su interior una soga, color verde, de aproximadamente 246 pulgadas. Además, encontraron un cintillo de Navidad color rojo y unas zapatillas de mujer color marrón, ambas pertenecientes a la víctima, «lo que demuestra que el imputado Michael premeditó y se preparó para asesinar a la víctima».
Las autoridades identificaron al motorista que esperaba a Michael como Pedro Luis Barrera García, quien declaró ante el Ministerio Público que el imputado lo había contactado vía WhatsApp para que le comprara una pintura blanca, algo con que pintar las paredes y guantes de látex, debido a que este acostumbraba a hacerle mandados.
