Guterres condena el ataque israelí en Rafah y pide acabar con «este horror»

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, condenó este lunes el ataque israelí del domingo sobre un campo de desplazados de Rafah, al sur de la Franja de Gaza, y pidió acabar con «este horror».

«Condeno las acciones de Israel que han matado a decenas de civiles inocentes que solo buscaban refugio de este mortífero conflicto. No hay ningún lugar seguro en Gaza. Este horror debe terminar», escribió Guterres en su cuenta de X.

El secretario general de Naciones Unidas utilizó las mismas palabras que el comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, quien también hizo hincapié en que actualmente no existen lugares exentos de bombardeos israelíes dentro del enclave palestino.

«He visto fotografías aterradoras e inquietantes, y creo que está completamente claro que no hay ningún lugar seguro en Gaza«, había asegurado Lazzarini horas antes, tras reunirse con el primer ministro libanés, Najib Mikati, en Beirut.

Rafah continúa en el foco de la ofensiva israelí a pesar de la orden de la Corte Internacional de Justicia, emitida el viernes, para la detención «inmediata» de la operación en dicho territorio. El área donde se encontraba el campo de desplazados bombardeado había sido declarada previamente como ‘zona segura’ por Israel.

Guterres ha reprendido con firmeza al Ejecutivo de Benjamín Netanyahu en repetidas ocasiones tras su brutal ofensiva en la Franja de Gaza después del ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre.

«un asalto militar«

Por su parte, en el seno de la Asamblea General de Naciones Unidas es frecuente que la diplomacia israelí suela exigir a Guterres un pronunciamiento público más tajante y concreto contra las acciones del grupo islamista palestino, que dejaron más de 1,200 víctimas mortales en octubre.

Semanas atrás, el alto representante de la ONU advirtió que «un asalto militar» en Rafah supondría una «escalada insoportable» que mataría miles de civiles y tendría un «impacto devastador» con graves repercusiones en toda la región de Oriente Próximo.

La cifra total de fallecidos en Gaza ha alcanzado los 36,050, 45 de ellos en el ataque contra el mencionado campo de desplazados de Rafah, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, bajo control de Hamás.

Cerca de un millón de personas han huido de Rafah, la mayoría hacia el oeste -a las playas de Al Mawasi- donde se encuentran hacinados y sin servicios de saneamiento o agua potable.

«trágico error»

El primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que hubo un «trágico error» y que Israel estaba investigando.

Israel se enfrenta a cada vez más críticas internacionales por su guerra con Hamás e incluso algunos de sus aliados más cercanos —sobre todo Estados Unidos— han expresado indignación por la muerte de civiles. Israel afirma que se apega a las leyes internacionales, incluso cuando enfrenta escrutinio en los principales tribunales del mundo, uno de los cuales exigió la semana pasada que pusiera fin a su ofensiva en Rafah.

Israel dijo que está investigando la muerte de civiles, diciendo que impactó una instalación de Hamás y mató a dos líderes milicianos. El ataque del domingo en la noche, que al parecer es uno de los más mortales de la guerra, contribuyó para llevar la tasa de muertos palestinos por arriba de los 36,000, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre combatientes y no combatientes en su conteo.

En un discurso ante el Parlamento de Israel del lunes, Netanyahu dijo que «a pesar de nuestros máximos esfuerzos para no lastimar a civiles inocentes, anoche hubo un trágico error. Estamos investigando el incidente y llegaremos a una conclusión porque es nuestra norma».

Mohammed Abuassa, quien se apresuró al lugar de los hechos en el vecindario Tel al-Sultan, en el noroeste, señaló que sacaron «a personas que estaban en un estado insoportable».

«Sacamos a niños que estaban en pedazos. Sacamos a jóvenes y personas mayores. El incendio en el campamento fue irreal».

El Ministerio de Salud de Gaza señaló que aproximadamente la mitad de los fallecidos eran mujeres, menores y adultos mayores. El lunes, niños descalzos hurgaban entre los escombros ennegrecidos mientras continuaba la búsqueda.

Francia, un cercano aliado europeo de Israel, dijo que estaba «indignado» por la violencia.

«Estas operaciones deben parar. No hay zonas seguras en Rafah para los civiles palestinos. Pido un respeto total a la ley internacional y un cese del fuego inmediato», publicó Emmanuel Macron en la red social X.

Más de un millón de refugiados

Rafah, una ciudad en el extremo sur de Gaza, en la frontera con Egipto, ha refugiado a más de un millón de personas, aproximadamente la mitad de la población de Gaza, desplazadas de otras partes del territorio. La mayoría volvió a huir cuando Israel lanzó ahí lo que calificó como una incursión limitada hace unas semanas. Cientos de miles de personas están en escuálidos y saturados campamentos de carpas dentro y en las afueras de la ciudad.

En otro incidente separado, el ejército de Egipto dijo que uno de sus soldados fue baleado a muerte durante un intercambio de fuego en la zona de Rafah, sin proporcionar más detalles. Israel dijo que estaba en contacto con las autoridades egipcias y ambas partes señalaron que están investigando el hecho.

Netanyahu, dijo que Israel debe destruir lo que califica como los últimos batallones de Hamás en Rafah. El grupo miliciano lanzó el domingo una serie de cohetes desde la ciudad hacia el densamente poblado centro de Israel, provocando que sonaran las sirenas antiaéreas, pero sin causar lesiones.

El ministro de Defensa de Italia, Guido Crosetto, dijo que los bombardeos como el de Rafah tendrán repercusiones a largo plazo para Israel.

«Israel, con esta decisión, está propagando odio, enraizando odio que involucrará a sus hijos y nietos. Hubiera preferido otra decisión», dijo a SKY TG24.