Imputan a excomandante del Ejército colombiano por crímenes de guerra

Por primera vez, la justicia transicional imputó cargos de crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad a un excomandante del Ejército de Colombia: el general retirado Mario Montoya.

Montoya, cuando comandaba la Brigada Cuarta, y antes de estar al mando del Ejército a nivel nacional, instó a sus subordinados a producir muertes o «bajas» a como diera lugar. Esta política, motivada por un lenguaje violento que pedía «litros de sangre», motivó un centenar de ejecuciones extrajudiciales de civiles que los soldados presentaban como «guerrilleros muertos en combate».

Catalina Díaz, magistrada de la Jurisdicción Especial para la Paz, describió de esta forma la presión que éste ejercía para producir muertos o «bajas» en jerga militar: «De la mano de ese requerimiento de las bajas venía el rechazo a las capturas.  No me traiga problemas, no me traiga capturados. Yo quiero es bajas».

«Quiero bajas»

Entre 2002 y 2008, al menos 6.402 civiles fueron ejecutados extrajudicialmente por miembros de las fuerzas militares, según este tribunal. Personas de bajos recursos, con alguna discapacidad o campesinos en zonas retiradas fueron víctimas de soldados que los presentaban como guerrilleros muertos en combate para obtener recompensas. Según Díaz, Montoya decía a sus tropas: «Yo quiero es carrotanques de sangre, barriles de sangre»…

La imputación contra Montoya, como máximo responsable, y contra ocho militares más, se basó en un centenar de asesinatos y desapariciones forzadas cometidas por la IV Brigada que éste comandaba, entre 2002 y 2003, con sede en Medellín.

En el próximo mes, los militares decidirán si se declaran culpables de los cargos, y no cumplen cárcel, o deciden ir a juicio por estos hechos.