La carta de un padre a su hijo desaparecido hace cinco años

Modesto Luciano escribe cartas con la esperanza de que su hijo las lea. Su intención es dar explicaciones a las que, él piensa, podrían ser sus razones para que decidiera ocultarse de la familia hace cinco años.

Todas conjeturas porque, desde que desapareció, no ha encontrado indicios de su paradero ni señales de que esté vivo o muerto.

Modesto Alberqui Luciano Adames fue visto por última vez en el sector 30 de Mayo, del Distrito Nacional, el 8 de enero de 2019.

Caminaba desde la casa de su hermano al apartaestudio donde vivía porque iba a trabajar al día siguiente. Su padre habló con testigos que le indican que el joven, que tenía 26 años entonces, nunca llegó.

Era el último que le sobrevivía de un grupo de trillizos. El primero murió con cuatro meses de edad y el segundo en un accidente a los 22 años.

Alberqui desapareció varios días antes de que se cumplieran cuatro años de la muerte de su hermano. Trabajaba en la cocina de un hotel en la capital. Su padre lo define como un chico normal que nunca se mezcló en problemas del bajo mundo, ni drogas, ni robos, ni delincuencia.

No identificó señales de problemas mentales o emocionales de un grado que lo llevara a suicidarse. No tiene a nadie en quien sospechar ni indicios de dónde buscar.

«Eso lo afectó mucho (muerte de su hermano) y una de las cosas que yo pienso que puede ser que pudiera tener algún trastorno. No lo evidenciaba de esa manera, pero pudiéramos pensar que tuviera algún trastorno», señala.

Modesto cuenta que lo ha buscado por las orillas del mar Caribe, del río Ozama y lugares por donde pululan personas sin hogar, adictos e indigentes.

Periplo por todo el país

En 29 provincias ha visitado hospitales y morgue y ha llevado el caso al Defensor del Pueblo, el Ministerio Público y el Departamento de Prófugos y Desaparecidos y la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim) de la Policía Nacional. Y nada.

Hoy por hoy, dice que pierde la concentración manejando su vehículo por estar viendo a los lados con la esperanza de identificarlo en alguna acera.

Fragmento de la carta a su hijo

RELATO DE UN PADRE A SU HIJO

Mi estimado y querido hijo, Modesto Alberqui Luciano Adames: 

Quiero que me concedas un momento de tu tiempo para que me escuche y así expresarte la pena que me embarga. 

Hijo, sé que no soy el padre ideal que quizá tu quisieras tener, el padre que te daría todas y cuantas cosas tu desearías y que tu mereces tener, estoy consciente de todas las penurias por la que tú has pasado, sólo porque tu padre es muy pobre, pero te aseguro hijo mío, que no le he dado nada que no me lo haya ganado con esfuerzo, sudor y trabajo. 

Hijo, he pasado en estos 54 días (ahora cinco años) de tu desaparición, todos los tipos de cavilaciones, conjeturas, ideas y pensamientos, inmensidad de noches sin dormir, días sin comer, sólo como algo porque debo estar vivo para continuar buscándote, a pesar de todos lo que pienso, no he podido encontrar una sola explicación lógica de esta situación, no sé dónde buscarte, no se hacia dónde ir, con quien hablar, a quien preguntarle por ti. 

Nadie sabe nada de ti, nadie, pero nadie absolutamente nadie me ha dicho NADA…

Alberqui, recuerdo muy bien, aquella comunicación que estuvimos una noche en la casa de Pavel, sé que no te he podido cumplir con lo que te prometí, pero tú conoce las razones… 

Modesto Luciano, tu padre