Un llamado al presidente Luis Abinader

En los últimos días del año, el presidente de la República, Luis Abinader, se encuentra en una posición clave para preservar y fortalecer su legado gubernamental; se requiere darle seguimiento y castigar a aquellos que se compruebe que empañan su buen nombre, esto debe ser una prioridad para el líder más informado que encabeza la nación.

Como hombre al tanto de los desafíos que enfrenta su Gobierno, el presidente Abinader tiene la responsabilidad de focalizar sus esfuerzos en investigar y castigar a aquellos que se aprovechan deshonestamente de sus funciones para dañar, tanto su Gobierno, como el bienestar del país. Este es un llamado a la acción, por lo que se requiere que el presidente le dé seguimiento incluso a los ruidos de indelicadezas que suelan salir de cualquiera de las instituciones públicas.

La integridad de su obra de Gobierno y sus aspiraciones más allá del 2024 no pueden ser empañadas por el mal accionar de esos, que reitero, crean ruidos que afectan la imagen bien ganada por el presidente.

Es imperativo que el presidente no permita que nada ni nadie socave el progreso y las intenciones positivas que tiene para el futuro de la República Dominicana.

Este llamado a la acción busca recordar al presidente Abinader que, en estos días cruciales, tiene la oportunidad de reafirmar su compromiso con la transparencia y la justicia, protegiendo así su legado y asegurando un camino claro hacia un futuro más próspero para todos los ciudadanos.

La República Dominicana debe de emular el modelo de Singapur, país que acudió en 1972 a un joven egresado como abogado en Inglaterra, Lee Kwan You, para ser Primer Ministro; él condicionó su aceptación a que se le deje crear una “República de Leyes”. El acuerdo resultó en una “Comisión Anti-Corrupción” con poder de investigar a todo funcionario gubernamental, incluyendo al Primer Ministro y a su familia. Fue el inicio de la institucionalidad en ese país y, sobre esta plataforma, la ejecución de planes de desarrollo a largo plazo para alcanzar en 2022 ser uno de los líderes por tener el per cápita más alto del mundo: US$77,000 al año.

¡Adelante presidente Abinader, que buenas intenciones le sobran!

Por Lincoln Minaya